No pregunten cómo ni por qué ni cómo puede alguien escribir tantas pelotudeces juntas, me puse en postura de clavado y me tiré de cabeza al inodoro. Creo que me corté un poco en la curva que me llevó directo a una cañería tirabuzón que me mareó más que pensar en todas las cosas poco agradables que pasaron por ahí antes que yo, me frustré un poco al reflexionar que no era el primer sorete en pasar.
Estuve varias horas dando vueltas, esperando una corriente australina o encontrarme algún iluso chico explorador en día de tormenta. Hasta que de pronto me pareció, entré al baño de la casa blanca y salté de cabeza en el ocote de mr B. De ahí en más es que estoy encerrado en su cuerpo, pero no soy el único porque ya tenía mierda en la cabeza.